INTRODUCCIÓN
Hola qué tal sean bienvenidas todas las personas de cada rincón de este planeta a otro episodio más de “Filosofía aplicada a la vida cotidiana”, el día de hoy tenemos un episodio extremadamente especial, hoy es el cierre de temporada y además nos acompaña un gran filósofo y divulgador de la filosofía, Vico.
ENTREVISTA
A: Vico, bienvenido.
V: Muchísimas gracias es un placer enorme poder compartir espacio, ondas y voz con quien ponga oídos y a ver hacia dónde nos lleva esta travesía.
A: Pues bienvenido, y empecemos a darle rienda suelta al pensamiento, cuéntanos, Vico ¿quién eres tú?
V: ¡Madre del amor hermoso, qué pregunta! Pues hay muchas formas de contestar esta pregunta, tantas como complejidades tiene el ser humano y caras da en diferentes momentos, nuestro amigo, Edgar Morín, se frotaría mucho las manos ante esta pregunta. Ahora mismo quién soy para la audiencia, bueno siendo una audiencia propia a la filosofía, soy profe de asesoría y tutoría pedagógica en la Universidad Autónoma de México. Estudie filosofía de la comunicación, pero sobre todo soy una especie de tábano moderno. Moderno porque vivo en esta modernidad, a quien le gusta muchísimo divulgar el pensamiento crítico, divulgar la filosofía compartir lo poquito y miserable que se con los demás, pero sobre todo hacerles dudar, que dudar es la cosa más maravillosa, que en este caso viendo por dónde van los tiros del mundo, pues aportar un poquito, no de mi conocimiento, pero sí, por ejemplo, de mi capacidad de dar buen sazón a las ensaladas, que es lo que pretendo en mis libros, uniendo el pensamiento de todo el filósofo que creo que me parezca conveniente, y a pesar de los siglos y las corrientes de pensamiento, unirlos y amalgamarlos darles sazón, pimienta, vinagre, limón y sal, y lo demás, porque lo demás importa demasiado y bueno lanzarlo en el mejor formato posible. Aparte de todo esto soy una amante del heavy metal, soy un amante de mi esposa, padre de mis hijas, amigo de mis amigos e hijo de mi padre.
A: Oye Vico y cuéntame ¿por qué filosofía?, ¿cuál es la importancia de divulgar filosofía y de hacer pensar desde la filosofía?
V: Pues hay cosas que son parte pentatónicas, que requieren una frase de estas sentencias increíbles de estar hablando siete horas contigo, la filosofía porque es una de las mejores herramientas para eliminar incertidumbres, no elimina la contingencia ósea no elimina el saber que las cosas pueden suceder o no y que no hay necesidad de que éstas sucedan, es básicamente la contingencia, pero si la incertidumbre de saber si podré afrontar lo que venga con éxito o no, que el éxito tampoco es el logro ni la victoria, el éxito no es más que en su terminología más latina el exitus, el pasar de una cosa a otra, solo lograré pasar la incertidumbre que me venga. Creo que los filósofos, no yo, porque yo me considero un divulgador un neófito de la filosofía, soy asquerosamente joven 45 años, aparentando 22 o 23 no por mi osadía o buen tono, pero sí entiendo que la filosofía ha trabajado sobre los hechos, sobre las incertidumbres, sobre tratar de arrojar luz a esas tinieblas, a ese sabio que sube por la montaña con la linterna, es necesario acercarnos a eso. Y en estos tiempos donde el conocimiento está al alcance de todo el mundo, o eso creemos porque tampoco es tan cierto, tampoco es un conocimiento tan gratuitamente, pues es un muy buen momento para hablar de filosofía, para ponerla encima de la mesa y hacer algo que a los grandes filósofos de culo blando, que son los que están sentados en las oficinas de los despachos universitarios no les gusta, que es hablar de la utilidad de la filosofía, ¡es que la filosofía es muy útil! Y dicen ellos “¡no, no, no! la filosofía no tiene por qué ser útil”, el que no lo sea para ti, pero vamos a intentar que sea útil, que aunque te moleste es lo que Sócrates, Platón y Aristóteles intentaban, y no es gratuito que sus discípulos para el mundo. Entonces, vamos a poner la filosofía en juego y hagámosla útil, y para hacerla útil hagámosla entendible, vamos a sacarla de estos discursos masturbatorios en latín, griego, alemán y francés, utilicemos las malas palabras, las malas razones que eso lo entiende todo el mundo.
A: En este espacio hemos dicho varias veces que la filosofía es una caja de herramientas y para eso estamos aquí, para tratar de aproximarle herramientas a las personas para que lo lleven a la práctica, la filosofía no es esta idea del pensador que solo piensa y no se mueve. ¡No, no, no! la filosofía va a la vida práctica, y justo ahí.
Tu acabas de sacar un nuevo libro que también tiene una historia me imagino, pero antes de él sacaste otro que se llama “Filosofía para desconfiados”, y ahora tenemos “Ética para desconfiados”, que es el tema de hoy, así es que déjame preguntarte Vico ¿quiénes son los desconfiados?, ¿quiénes tienen que leer esto?
V: Pues lamentablemente en el mundo en el que ahora estamos viviendo y no en otro, los desconfiados son en México por ejemplo, el 82% de la población, en Latinoamérica el 86% de la población, y así suma y sigue en muchas partes del mundo. Estamos en una crisis muy profunda de confianza interpersonal, que no es más que saber si podemos confiar en el otro o no. Ósea aquella frase lapidaria del oráculo de Delfos fundamentación de la academia platónica, de conócete a ti mismo, no era conócete a ti mismo para que gracias a la pelusa que se queda en tu ombligo desgranar el entramado de cosmos, no tenía nada que ver con eso, son discursos estúpidos de la autoayuda, del mindfulness, coach ontológico tan basura, que han ocupado un lugar, a un lugar que hemos renunciado a ocupar, son oportunistas.
Esta frase significa y nos los dice Aristóteles perfectamente “aprende de ti para saber en qué eres bueno y en qué eres malo y así poder sumar al bien común”. ¡Vaya frase! y con razón esa frase se convierte en la base de la ética, porque la ética es de toda la disciplina filosófica, la única que invita a la acción, la única que realmente es útil la lógica también para los programadores informáticos-, pero ahora mismo en lo que nos compete que es salvar el mundo nada más y nada menos, o que salvar a la humanidad como la entendemos, la ética es la que tiene la acción. Permíteme que ahonde un poco más en hechos, cuando hablamos de los grandes retos del mundo, y esto me gusta mucho decirlo y hacer hincapié para que la gente se dé cuenta, cuando hablamos de los grandes retos del mundo la gente me dice no es que con el cambio climático es una afección económica, geopolítica, científica; perdónenme pero están totalmente equivocados, los grandes retos del mundo son éticos, pero ¡cómo!, por qué dependen de la voluntad de nosotros, del sentido de la responsabilidad y de la acción y del mundo que queremos para nuestros hijos. ¡Perdónenme, eso se llama ética, eso no se llama política, ni economía ni ciencia, se llama ética!
Este encuentro del G20 que hemos tenido hace unos días lo que tenían que haber puesto sobre la mesa es el cambio de paradigma social del “yo” al “nosotros”, porque el “nosotros” es el único que nos puede salvar, el “yo” nos ha llevado a donde estamos. Esta crisis de la razón instrumental, proveniente de la ilustración que llevamos tantos años los filósofos poniendo encima de la mesa, esta situación del hombre existencialista, esta posmodernidad desestructurada de los discursos, al final ¿a qué nos ha llevado?, nos ha llevado a un “yo” endiosado de sí mismo que no se hace con los libros de filosofía ni porque se lo rose en el super delgado, y al final de estos polvos, tenemos estos barros, y estos barros hacen que tengamos un mundo al que le queda poco tiempo. ¿Queremos solucionarlo?, entonces hablemos de ética.
A: ¡Exactamente! estoy Totalmente de acuerdo contigo Vico, nos urge aprender a tener pensamiento ético y nos urge actuar desde la ética y entenderla. Me encanta y me llama mucho la atención como reconectas, como ligas y recuperas esta frase “conócete a ti mismo”, siempre estoy peleando con que no se trata de sentarse a la orilla de la cama y pensar ¡oh! quién soy, qué me gusta, y así ya me conozco, entonces, salgo al mundo. ¡No, no, no! nada, aquí se trata de voltear a ver al otro. Siempre invitamos en este espacio a explorar un poco el Eros, esa cosa que está ahí afuera, esa otredad. Me encantó una de las frases que pones en tu libro que es que no hay que buscarle sentido a la vida, porque no lo tiene, sabemos que no tienen sentido en sí mismo, pero hay que dárselo. Aquí lo importante y la pregunta para ti es ¿porque no podemos darle solos el sentido de la vida que viene de la ética?
V: ¡Claro! Ya nos los dijo Aristóteles hay que nombrar a los padres y madres de todo esto que tenemos encima de la mesa, nos lo dijo muy claramente y tenía más razón que un santo, con aquello que el hombre es un animal político, el ser humano como animal es una auténtica mierda nosotros somos un animal absolutamente defectuoso, y cuando nos enfrentamos a la naturaleza tenemos todas las de perder, de hecho somos el único animal que necesita el sostén de sus padres hasta mínimo los 30 años, ahora mismo. Realmente como animales somos una basura, pero lo que no hace diferentes del resto de la gente es esa otra palabra: lo humano. Y lo humano, no es privativo ni singular, es compartido y plural, nosotros somos seres animales humanos porque compartimos el mundo con otros humanos que son los que nos dan carta de humanidad, los que nos legitiman; así es que es imposible darle sentido a la vida solo porque es darle sentido a la vida solo es no ser humano, es ser un animal y no veo yo muchos animales que se cuestionen sobre la fundamentación y el sentido de la vida.
Entonces, de ahí me agarro en este libro de “Ética para desconfiados” a quien más calor me puede dar, en este caso creo que Epicuro esta justo en ese momento de ansiedad helenística, en ese momento que el mundo alejandrino ha hecho que el mundo sea más pequeño, y que ser ciudadano de la polis ya no tenga sentido, que nos convertimos en cosmopolitas y que todos entran en una ansiedad y en un pánico porque han perdido el privilegio de ser griegos, atenienses, espartanos, y entonces todos están ansiosos y de repente dice este señor: haber, digo que hay que pensar las cosas, que no debemos estar solos, que vamos a darle sentido a la vida de la mano del otro, que no vamos a buscar el placer por el placer, sino más bien huyamos un poco de ese dolor, pero quien nos ayuda de huir de ese dolor, esa agonía, son los amigos son compartir espacios. Hay una frase que se atribuyen a Epicuro, pero yo ya estoy dispuesto a decir que es mía porque no se la he leído en ninguna parte y porque Epicuro ya sabemos que quedó muy poco escrito de él, y lo que sabemos de él son de sus discípulos. Entonces dicen que decía Epicuro, pero que dice Vico, ósea yo que “una comida en soledad es una ocasión perdida para ser feliz”, no hay nada más triste que comer solo; de hecho el propio Aristóteles el que dice que “los amigos son aquellos que comparten la sal”, ¡qué cosa más maravillosa!, ¡más increíble! Y que resulta que para hacer eso no necesitamos más tesis en filosofía, no necesitamos experiencias supra normales, no necesitamos códigos dogmáticos, ni ideísticos, no necesitamos riquezas, necesitamos tener un amigo, y un amigo no es más que mirar al otro como a uno mismo, no es más que ver, conocerse a uno y ver que puede aportar al otro para que su vida sea más llevadera.
Creo que en mi libro una de las pocas cosas acertadas que digo es que los amigos son como esas asas que le aparecen a la vida, esa posibilidad de agarrar los problemas, que no te los quita, no te ayudan con el problema, pero por lo menos te permiten que sean más llevaderos y cada uno vamos generando estas asas de la vida poder cargar cada uno con sus propios problemas. Epicuro yo creo que estaría absolutamente dispuesto a afirmar esto y decir que es suyo y eso me hace muy feliz, porque en el pensamiento filosófico, tú lo sabes perfectamente, esto del copyright de la autoridad siempre es muy dudoso, porque es muy difícil descubrir el mediterráneo uno solo o descubrir los hilos negros de tu invención, entonces yo prefiero decir siempre que pues que cabalgo a hombros de gigantes y que ellos me dan esta perspectiva.
A: Oye y en esta perspectiva precisamente tu libro es una invitación muy necesaria para pelear contra el egoísmo, este egoísmo salvaje que tenemos en nuestra sociedad actual que nos lleva a un extremo de individualismo a pensar solo en el “yo”, es más, a perder estos rituales que nos conectan con el otro la comida, ¡vamos! ya ni siquiera comemos a solas, ¡ya no comemos! o comemos en dos minutos.
V: Corriendo de un sitio a otro como pollos.
A: Exactamente, caminando vamos comiendo, no hay un tiempo para vivir, porque además comer es el acto más simbólico de efectuar nuestra propia potencia para seguir viviendo.
V: Todas las liturgias religiosas utilizan la comida y bebida como elemento de comunidad o de comunicación, ósea la sacristía, la eucaristía de la sangre y la carne de Cristo, los ritos caníbales de diferentes tribus están ahí presentes.
A: Exacto es muy necesaria y estamos perdiendo esas formas de vinculación. Ahora en esta invitación que nos haces, la amistad, a mí me parece maravilloso empujar la idea de que tenemos que aprender a ser amigos nuevamente, pero vamos con el título del libro ¿cómo aprendemos a dejar de desconfiar y entonces poder entablar una amistad?
V: Pues mira, ahí es donde aparece la ética como acción este libro tiene dos públicos, lo digo justo al principio en la primera página, uno es para quienes lo van a leer porque se les haga atractivo, porque le gusta la filosofía, ya ha leído un libro anterior mío, o porque la portada el parece super bonita y digan pues me lo voy a leer, y otros que se los van a mandar a leer por obligación. Tú sabes exactamente igual que yo, que un libro de estas características se convierte en un arma arrojadiza para todo profesor de ética de bachillerato de manera ipso facta de manera inmediata, porque además se nos había olvidado esto desde “Ética para amador”, se nos había olvidado la ética sin dogmatismo muy importante, la ética no dogmática hacia el pensamiento crítico, y no hacía que esa ética de qué bien y qué está mal, una ética realizadora y entonces pues bueno esto se va a convertir en eso, bueno al menos tiende a eso. Sin embargo, en una versión y otra, sobre todo en aquellos que lo leen por gusto hay algo más añadido y que aparece constantemente en el libro a manera de metarelato, para tocar las narices, que me encanta hacer eso, que es muy fácil, lo mismo que tus padres hicieron por ti te toca hacer con tus hijos, si queremos volver a confiar vuelve a abrir las puertas de tu casa. Porque en este caso este libro ese el primer lector que lo hará por gusto, yo le añado que además tiene cierta edad, cierto bagaje, no es un joven adolescente, al joven adolescente le digo no estés solo, comparte tu dolor, comparte tu pan, busca amigos aquí tienes herramientas, ¡se listo, no seas idiota! Lo repito muchas veces en ese sentido griego de la palabra idiota.
Pero, al lector por gusto le doy en los hocicos y le recuerdo cómo era nuestra juventud, nuestra infancia, compartir con el vecino, encontrarte con el otro, eso que hemos dejado de permitir con nuestros propios hijos.
Los problemas que hoy tenemos en el mundo son problemas que van de la mano del individualismo, del egoísmo, la competitividad, la hostilidad, de no ver al otro como un igual, sino como un adversario o simplemente como una cosa que no tiene sentimientos.
En este caso, la búsqueda de la confianza ya no está en nosotros, nosotros ya estamos podridos, nosotros ya estamos de salida, está en permitir que nuestros hijos no repliquen lo que nosotros estamos haciendo, porque nuestra forma de ser y de hacer es la que ha llevado al mundo a estas circunstancias, así es que si no permitimos que nuestros hijos reviertan ese camino no vamos a tener solución a estos problemas, la solución parte de volver a abrir las puertas de nuestras casas, de permitir que los niños de los vecinos jueguen en nuestra casa, que nuestro hijo vaya a jugar a la casa del vecino, que no llevamos a los niños al colegio que podamos pagar sino al más cercano, no por demostrar que tenemos dinero, sino para que nuestros hijos tienen el tiempo suficiente para que después de la salida a la escuela jugar con los vecinos de la calle hasta que llegue la noche, lo que necesitamos es que sean nuestros hijos los que redescubran la confianza y trabajen sobre eso.
Los grandes problemas como lo decía, que se nos plantean son éticos, pero como éticos que son no se solucionan desde el individualismo se soluciona desde el “nosotros” y para educar en el “nosotros”, tenemos que empezar a palparnos y posibilitar que eso se dé. Además se da de manera natural, Platón lo dice no fuerces el juego en los niños se da de manera espontánea, y Aristóteles nos dice no intentes reglar el juego de los niños ellos mismos son capaces de generar sus propias reglas, obsérvalos y con ello verás para que son buenos en el futuro. ¡Qué auténtico golpe de realidad, qué golpe en la cara! son capaces darnos estos griegos con sandalias y los necesitamos.
Por eso este libro tiene esos dos lectores, uno que no va a querer aprender pero que al final entrará por el aro que son los jóvenes, y otro el que dice su a hijo ¡léetelo! pero cuando el lo lee dice ¡Hay caray! Ahí para ese público va “Ética para desconfiados”.
A: Bien hay que aprender a amistarnos a confiar nuevamente, efectivamente estamos demasiado ensimismados “ennostrosmados” en cada uno de nosotros. Oye Vico háblanos de tu libro, no podemos dejar de tocar temas que son muy comunes para nuestra sociedad actual por ejemplo, los objetivos de vida, la felicidad y la libertad, que de pronto apuntalas algunas ideas que nos permiten tener una buena vida o ser felices en la otredad, ¿cómo podemos lograrlo?, ¿cuáles son estas ideas que tú nos recomiendas para vivir en esa otredad mejor?
V: Lo primero es no entender la felicidad como una meta conseguible, esto es una estupidez, la felicidad es un camino y eso lo sabemos todos, y ese camino es una propia construcción constante, no dar las cosas por hecho sino cuestionártelas, dudar pero disfrutar en esa duda. Y ahí el texto de Gettier, nos ayuda muchísimo en ese entendimiento de la duda. Pero sobre todo para mí es el camino de la libertad el que es más sustancioso, porque estamos en un momento de exacerbación de los derechos individuales. Al principio del libro lo digo cuidadito con los derechos que conllevan obligaciones, cuando conllevan obligaciones volvemos a hablar de ética y volvemos a hablar de plural, porque las obligaciones no son para conmigo sino para con los demás, y es precisamente en ese desglose, en esa apertura que nos plantea el maestro Emilio Lledó de la libertad como la posibilidad, y de la posibilidad como necesidad de conocimiento de todo lo que tengamos alrededor, donde realmente creo que ese mensaje ético del libro hacia la libertad es “glosión”, porque nos permite ser libres, incluso en ese momento social donde nos obligan a estar encerrados, donde nos obligan a hacer otro uso de la libertad, y de repente esto cobra otra dimensión, una dimensión que los oportunistas dirían “es un libro de autoayuda”, no mire usted, lamentablemente en las librerías de México no suele haber un apartado de filosofía y entonces me han puesto en la sección de autoayuda, y hasta me he hecho una foto para que la historia; ojalá llegue un día desaparezcan los libros de autoayuda y pongan filosofía o pensamiento. Pero estaba claro que yo no podía hacer un libro de ética sin dar soluciones, porque la ética es acción y la acción necesita esas herramientas. Yo quería hacer un libro que por supuesto a los filósofos se nos da muy bien eso de generar más preguntas, pero eso es para la metafísica, hoy teníamos que hablar de ética como herramienta de acción, y la herramienta de acción tiene que dar solución a los problemas. Si un alumno me dice “es que no me siento libre” eso es fantástico, pero reflexivo, yo le digo te voy a ayudar para que te sientas libre, no desde mi palabra sino desde las palabras de los sabios, entonces abrir ese ámbito de posibilidad, porque solo en la posibilidad y aquí nos agarramos a Fernando Savater, porque en la posibilidad está la capacidad de acción que es el engranaje entre ética y moral.
A: Si no hay posibilidad, que es algo que hemos visto en algunos episodios de este espacio, no podemos movernos, hay un problema de potencia, tenemos que buscar cosas para incrementar la potencia, en fin. Vico se nos termino el tiempo yo estaba clavadísima y no me fijé el en reloj, me encanta la conversación yo tengo aquí una batería de preguntas que nos dan para horas y horas, pero me encantaría que cierres tú, ¿qué les quieres decir a nuestros escuchas?, primero déjenme decirles tiene que leer el libro, búsquenlo, van a encontrar muchas respuestas que me han hecho aquí en este espacio, es más para todos aquellos que me escriben siempre preguntándome “Oye un buen libro par entrar al pensamiento filosófico”, bueno aquí tenemos un librazo, bueno no uno sino dos: “Filosofía para desconfiados” y “Ética para desconfiados”, búsquenlos de David Pastor Vico, no se van a arrepentir les vamos a dejar un enlace en la descripción del episodio para que puedan acceder directamente al libro y lo tengan en un par de días y ya estén leyéndolo y lo puedan disfrutar y empezar encontrar al menos unas primeras respuestas o empezar a dudar de aquellas certezas que ya tenían. Vico por favor recomiéndale algo a nuestra audiencia, algún consejo, alguna idea que quieras que se queden.
V: Pues muy sencillo dos cosas, la primera que no estén solos háganme el favor de no estar solos, si están viendo una serie de Netflix, de HBO o Amazon Prime busca a alguien que la vea contigo, comparte el momento aunque sea para contemplar y tragar como pollos lo que sale de la pantalla.
Y lo segundo, si te gusta la filosofía y estás escuchando este podcast, pues no le tengas miedo a los libros, acércate a los libros de filosofía acércate al mío rósate con él, ábrelo y si lo abres lee la primera página o la segunda o la que te dé la gana y consideres que lo entiendes y te gusta ¡llévatelo! o preferiblemente págalo o como sea pero llévatelo, porque hay que perder el miedo a los libros que ponen en la portada ética, filosofía o la cara de un griego muerto hace dos mil años, perdámosle el miedo porque hay muchas más respuestas y muchas más ratificaciones en estos libros que en casi cualquier otro.
A: ¡Eso!, no le tengan miedo al título “Ética para desconfiados”, es un libro para todo el mundo, para los que no son filósofos específicamente. Vico muchísimas gracias por estos minutos tan deliciosos de filosofía y pues comparto contigo esta misión que adquiriste que es parte de la misión de la filosofía qué es amistarnos y volver a la mirada del otro, a tomar en cuenta al otro, un placer espero que esto se repita muy pronto muchísimas gracias.
V: Un abrazo, nos vemos en tu próxima temporada, bye.
A: ¡Gracias!, les recuerdo que este fue el final de temporada en la próxima semana arrancamos nueva temporada, esperen las sorpresas que traemos y les recuerdo que pueden visitarme en mi página web www.araliavaldés.com Recuerden que Valdés se escribe con “s”, no duden en enviarme todas sus preguntas, sus comentarios y si quieren seguir apoyando este proyecto por favor súmense a Patreon.com/araliavaldes para que podamos continuar con esto, o también pueden hacer cualquier donativo en la página internet, ahora ya podemos recibir donativos en Bitcoin y Ethereum. Muchísimas gracias fue un verdadero placer nuevamente estar con ustedes y nos vemos en el inicio de nuestra tercera temporada de “Filosofía aplicada a la vida cotidiana” mi nombre Aralia Valdés y fue un gusto estar con ustedes.
Muy interesante entrevista :-)